Existen diversas historias de la mítica espada de Excalibur o espada del Rey Arturo. Al morir el rey Uther Pendragón, Merlín forjó la espada en la isla de Ávalon o isla de las hadas) y la clavó en una piedra que estaba al lado de una capilla de Londres. Una leyenda que podría tener un trasfondo de verdad: a treinta kilómetros de Siena entre verdes bosques centenarios se encuentra una pequeña abadía, ahora en ruinas. A muy pocos metros en la iglesia llamada “Rotonda de Montesiepi” se conserva una verdadera Excalibur
Otra versión indica que todo comenzó en 1148, cuando nació en Chiusdino Galgano Guidotti, un caballero disoluto y libertino que, después de tener una visión del arcángel San Miguel, se convirtió en creyente y decidió dar un vuelco a su vida. La vocación le instó a vivir como un ermitaño y este celebró el abandono de los viejos hábitos de pecador sacando la espada y clavándola en la piedra el día de Navidad de 1180.
A lo largo de los últimos años se han realizado varias pruebas metalográficas que han confirmado la autenticidad de la espada. Se trata de un arma del siglo XII, por lo que, en teoría, podría haber sido fuente de inspiración para el libro y la película de dibujos animados.
La espada Excalibur, según la leyenda, tiene propiedades extraordinarias y mágicas, así como el poder de cegar a sus enemigos y su vaina podía evitar que el usuario se desangrara por las heridas infligidas en la batalla. Es por esa razón que sólo ‘el elegido’ puede sacar la espada de la roca y empuñarla contra sus enemigos-
Quizá esa ardua tarea solo pueda ser llevada a cabo por un hombre digno de convertirse en rey: ¿Tu eres digno?
Indistintamente de las versiones, la espada de Excalibur simboliza el ímpetu, la fe y la pureza, las cuales constituyen la inspiración para emprender y lograr cometidos.